(326 palabras) ¿Cuál es la base de cualquier obra literaria? En primer lugar, esta es la trama y los personajes. En cada obra literaria hay héroes principales y secundarios. Con el primero, todo está claro: junto con los personajes principales, vamos desde el principio hasta el final, a través de ellos el autor se dirige a nosotros. ¿Pero qué pasa con aquellos a quienes se les asigna un rol secundario?
Los personajes menores pueden actuar como cualquiera. Estos son maestros y enemigos de la vida, y aquellos para quienes el protagonista se pone en marcha, y también el portavoz a través del cual el autor transmite. Personajes menores como guías o espejos que reflejan la esencia de los personajes principales.
Tomemos, por ejemplo, Sonya Marmeladova de la novela Crimen y castigo de Fyodor Mikhailovich Dostoyevsky. Sonya es un personaje menor. Es una joven prostituta que, en el sentido tradicional, ha caído al fondo. Mientras tanto, el alma de Sonya, de dieciocho años, seguía siendo pura, a pesar de toda la suciedad que tenía que atravesar. Con su ejemplo, cambió la visión del mundo del protagonista Rodion Raskolnikov, por cuya culpa fue asesinada la vieja mujer por ciento. Con su alma pura y su fe en Dios, Sonia alienta a Raskolnikov a reconsiderar sus creencias y lo lleva al arrepentimiento.
Considere el personaje secundario de la obra de Ivan Alexandrovich Goncharov "Oblomov". El sirviente del protagonista Zakhar, un anciano que prefiere lo familiar a lo nuevo. Zakhar también se distinguió por un gran, si no paternal, amor en Ilya Ilich. Fue a través de Zakhar que el escritor Goncharov mostró al lector la dependencia de otra persona, porque el significado de la vida de Zakhar era servir a Oblomov. Y es a través de Zakhar que se reflejan Oblomov y su camino de vida desde la infancia.
Y el último ejemplo es Lensky del trabajo de Eugene Onegin de Alexander Sergeyevich Pushkin. Un joven noble, de corazón sencillo, romántico, que cree en los ideales humanos, en contraste con el personaje principal Eugene Onegin. Lensky como un papel tornasol revela a un Eugene frío y egoísta, que está aburrido de todo. Gracias a un duelo con Lensky, Onegin comienza a comprender los verdaderos valores. Es como si se despertara y se diera cuenta del horror de su acto y sus vicios.
Por lo tanto, se puede decir que los personajes secundarios son un componente importante de cualquier novela o historia. Los héroes menores dan significado, agregan ramas de la trama y llevan a los personajes principales a un diálogo franco o una visión. Sin héroes menores, la historia sería vacía e indescriptible.