(446 palabras) El problema del conflicto entre representantes de diferentes generaciones siempre ha sido relevante. La lucha de padres e hijos, las disputas ideológicas y la irreconciliabilidad de los puntos de vista son lo que siempre preocupaba a los escritores y filósofos. Por un lado, este malentendido parece bastante natural, porque el tiempo pasa, todo cambia y, por lo tanto, las cosmovisiones no pueden retrasarse con respecto al ritmo de la vida. Por otro lado, todo es cíclico, el pasado olvidado está reemplazando al presente, por lo que los jóvenes no pueden rechazar la valiosa experiencia de sus antepasados. Creo que los jóvenes necesitan un diálogo productivo con sus padres, al igual que los representantes de la generación anterior. Para verificar esto, considere ejemplos de la literatura.
Recordemos la famosa novela de I.S. Turgenev "Padres e hijos". El nombre mismo prepara a los lectores para el conflicto del tiempo. El joven nihilista Bazarov, en su opinión, es absolutamente lo opuesto al noble Pavel Petrovich Kirsanov. A lo largo del trabajo, vemos su debate interminable sobre todo en el mundo. Para Eugene, la experiencia de sus antepasados es una basura de la que hay que "limpiar el lugar". Sin embargo, Pavel Petrovich está indignado en una posición tan categórica, porque la generación más joven debe crear, no destruir. El complejo conflicto de puntos de vista nuevos y obsoletos empuja a los héroes a tomar medidas extremas. En la novela, el duelo se convirtió en una especie de símbolo del choque eterno de "padres e hijos", que rara vez encuentra una solución pacífica. Sin embargo, el final del libro demuestra que las personas jóvenes y maduras necesitan un diálogo preciso. La felicidad se otorgó solo a aquellos héroes que pudieron establecer comunicación, a pesar de las disputas ideológicas. Este es Arkady y su padre, personas que han encontrado un entendimiento mutuo. Pero el irreconciliable Eugene murió, sin conocer la felicidad. Sus padres estaban condenados a visitar la tumba de su hijo, quien durante su vida no encontró tiempo para dialogar con ellos.
En la literatura puede encontrar muchas obras en las que dicho conflicto se "resuelve" con la muerte de una de las partes beligerantes. La conocida obra de A.N. Ostrovsky "Thunderstorm" es un vívido ejemplo del trágico resultado de una eterna disputa. El personaje principal Katerina, después de haber sido sometido por completo por Kabanikh, no puede soportar esa vida. Después de todo, sus puntos de vista y fundamentos son absolutamente opuestos. La influencia de la generación anterior resultó ser tan desastrosa que la joven simplemente desapareció de la casa: Varvara huyó, Tikhon se rebeló contra su madre y Katerina se arrojó al agua. Sin embargo, de esta manera, la disputa entre “padres e hijos” no se resuelve, sino que solo queda suspendida en el aire. Los héroes de la obra carecían del deseo de establecer un entendimiento mutuo entre ellos, por lo que sus vidas fueron destruidas por la confrontación. Si Kabanikha, su nuera, su hija y su hijo se hubieran sentado en la mesa de negociaciones al menos una vez, entonces la tragedia podría haberse evitado. Distinguirían entre familias, dejarían de reprocharse mutuamente y callarían las quejas. Eso es precisamente lo que no tenían para la coexistencia pacífica. Por lo tanto, cada uno de nosotros debería elegir un diálogo, no una disputa con los padres, porque todas las personas necesitan encontrar una solución de compromiso.
Las opiniones opuestas de padres e hijos sobre la vida son un problema importante y relevante para todos los tiempos, que debe resolverse. Un diálogo constructivo basado en la comprensión y el respeto mutuos es la única decisión correcta que deben tomar ambas generaciones para evitar graves consecuencias negativas.