(257 palabras) "La palabra sobre Turgenev debería comenzar con un nombre femenino suave y un nombre dorado de Pushkin", escribió Konstantin Balmont. De hecho, el tipo de chica Turgenev se origina en Tatyana de Pushkin, quien entró en la literatura como una imagen de una heroína devota, amorosa, pero al mismo tiempo fuerte. Al rechazar la copia primitiva de la vida y poética involuntariamente, Turgenev encarna en sus obras una imagen ideal, pero no menos viva y móvil de una niña que combina armoniosamente la madurez espiritual y la pasión juvenil.
Asya es una heroína amante de la libertad, acostumbrada a confiar en la atracción natural del corazón en cualquier situación de la vida. Sus acciones están determinadas por un sincero impulso emocional en el que no hay astucia ni coquetería. La inmediatez infantil de Asi niega y desprecia todo lo artificial y falso, tan a menudo la joven heroína sufre de soledad y malentendidos. Por primera vez en el amor, se rinde ante un nuevo sentimiento hacia ella con toda la plenitud y pasión, aunque sea un alma infantil pero profunda. Frente a la indecisión del amante, Asya está perdida: está lista para sacrificar todo por amor, dedicándole toda su vida a ella, pero no encuentra una disposición recíproca en su elección. Las esperanzas de la niña de una felicidad cercana y tan esperada no están destinadas a hacerse realidad: el héroe teme la responsabilidad, teme sus propios sentimientos y un posible futuro. Huye del amor, rechazando la felicidad probable.
Tal tragedia y sentimientos paradójicos subyacen al método artístico de Turgenev: el escritor crea imágenes contrastantes de dos héroes, en cuyo choque se revela la verdadera resistencia de uno y la debilidad espiritual del otro. Las imágenes femeninas de la escritora son siempre completas y decididas, capaces de actuar. Masculino, por el contrario, sin rostro, desprovisto de un núcleo espiritual. La lucha de los dos opuestos siempre conduce a un desenlace trágico, pero el ganador aquí siempre es la heroína de Turgenev, que conquista al lector con el poder de los sentimientos y el heroísmo interno.